Reseña Histórica

Gobierno Autónomo Descentralizado de la Parroquial El Altar

Antiguamente, la parroquia El Altar estaba conformada en un 80% de su extensión territorial por dos haciendas, una que pertenecía a la Sra. Delia María Andrade de Cabezas, lo que actualmente constituye la Cabecera Parroquial y la otra perteneciente a la familia Pastor denominada Hacienda de Capil perteneciente al Sr. Vidal Pastor; la primera Hacienda estaba conformada por las pequeñas comunidades de Ballagan, Asacucho, Ayanquil y Utuñag, y en la mitad de la dos haciendas mencionadas anteriormente quedaban las Comunidades de Ganshi, Palictahua y Pachanillay.
 
Fue así que, los moradores de las comunidades Asacucho, Ayanquil, y Utuñag, trabajaban en la hacienda Capil como huasipungueros, pero las familias Villagómez y Miranda, organizaron y lideraron una revuelta en contra de los propietarios de la misma existiendo enfrentamientos, dejando como saldo muertos y heridos de las dos partes. Pancho Borja fue una de las primeras víctimas mortales por parte de los sublevados, como resultado de estas acciones se consiguió ser considerados como partidarios.
 
Investigando antiguos documentos, de los pocos que existe sabemos que, en el año de 1700, Penipe tenía como poblaciones a: Puela, Ganshi, Matus, Shamanga y Nabuzo. Ganshi es el nombre con que fue asignada en primera instancia la Parroquia, posteriormente el nombre de El Altar se cree fue dado por los españoles que colonizaron esos lugares, donde tuvieron grandes haciendas.
 
De acuerdo a relatos de los pobladores existían alrededor de 139 hectáreas que constituían la Hacienda de Ganshi - El Altar, en el territorio donde está asentado el Centro Parroquial, desde el sector del cementerio hasta la quebrada de Cuchiguayco (agua del puerco), perteneciente a las Sras. Salvadoras y que posteriormente dejan como única dueña a la Sra. Delia Andrade viuda de Manuel Cabezas, constituida como hacienda; duró alrededor de 140 años, ya en años posteriores se formó una asociación con 20 socios, denominados como Asociación de Trabajadores Agrícolas Ganshi - El Altar, gracias a la adjudicación del IERAC (Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización); en estas tierras se cultivaba todo tipo de productos como la caña de azúcar, algunas hortalizas, tubérculos como la papa, el camote y aguacate.
 
En el caso de la comunidad de Palictahua, los primeros habitantes eran pocas familias principalmente los Guerrero, Casco, Hernández, Béjar, Medina, Hidalgo y Valencia, estas tierras no tenían origen de haciendas, sino que eran totalmente independientes de la hacienda cercana de Capil.
 
En 1983 la comunidad de Ganshi, estaba poblada por pocas familias, y estas eran de origen colombiano, inicialmente era conocido como San Vicente, ya cuando El Altar se estableció legalmente como una parroquia, cambio su denominación a Ganshi, se presume que la familia que primero pobló esta localidad, fueron los Rivera, y su posterior descendencia las familias Mazón, Casco, por tal motivo se dice que todos sus pobladores tienen lazos de consanguineidad.
 
Según relatos de los moradores de la Comunidad de Ayanquil, los primeros pobladores fueron Arsenio Flores, Manuel Martínez, Eleodoro Peñafiel, Segundo Gavidia, Custodio Gavidia, Santos Orozco, Escolástico Hidalgo, Daniel Morales; en este sector no estaban localizadas haciendas, pero en años anteriores solo estaba constituida una sola comunidad, y por desacuerdos en la administración se generó la división territorial constituyéndose en la actualidad, la misma superficie de territorio, en dos comunidades Asacucho en la parte baja, y Ayanquil en la parte alta.
 
De acuerdo con relatos de la población comentan que sus orígenes son de las incas pachas por lo que se han encontrado vestigios incaicos principalmente (vasijas, collares), mientras que otros pobladores establecen que sus orígenes son colombianos, los primeros habitantes fueron Marcelino Olivo, Segundo Olivo, Aurelio Medina. Pantallón Medina, Juan Casco, Domingo Merino, Rosa Mazón, Juan Olivo, Agustina Villalba, Concepción Martínez, estas personas eran netamente rayadores, ya que trabajaban en las haciendas cercanos por una raya para su huasipungo.
 
Todas las comunidades tenían al inicio problemas con el sistema educativo, ya que los centros de enseñanza funcionaban en casas prestadas, el servicio educativo, era cancelado por los padres de familia, hasta pasar a formar parte del Ministerio de Educación; en el caso de servicios básicos, después de años contaron con estos servicios. Ya que según comentan los pobladores, para comercializar alguno de sus productos tenían que pasar toda una odisea, ya que caminaban toda la noche, siempre en grupos para evitar robos, con el producto llevado en caballos, hasta la ciudad de Riobamba, y de igual manera medio día de regreso, luego de algunos años se comercializaba en poblaciones cercanas como Matus y Bayushig.